La principal consecuencia del coronavirus ha sido una emergencia sanitaria a escala mundial, pero también una crisis económica. Crisis que además de afectar al empleo ha cambiado la forma en la que entendíamos y desarrollábamos el trabajo, nos referimos al trabajo en despachos y oficinas ¿Cómo será la vuelta al trabajo en oficinas?
Al saltar el estado de alarma, quienes tuvimos la oportunidad y no perdimos el empleo, tuvimos que adaptarnos a marchas forzadas al teletrabajo. Un plan de choque no solo para trabajadores sino también para las empresas que carecían de los protocolos necesarios para la digitalización de los equipos. Quizá era el paso que necesitaban algunas organizaciones para adaptarse a esta asignatura pendiente, una digitalización necesaria en el mundo empresarial del sXXI.
Aun así, con la desescalada, las oficinas empiezan a ocuparse de nuevo poco a poco y de forma parcial, pues parece que el trabajo en remoto ha venido para quedarse. Se están convirtiendo, o deberían hacerlo, las oficinas, en lugares mucho más flexibles donde facilitar las relaciones entre empleados.
El espacio. Se ha empezado a trabajar en nuevos diseños de espacios orientados a la sociabilización, con capacidad y agilidad suficientes como para variar en diseño y ocupación según las necesidades de cada momento. Las oficinas se modifican para garantizar el distanciamiento pero también, aquí el gran reto, favorecer las relaciones entre trabajadores ofreciendo servicios que conviertan la sede principal en un lugar de encuentro ¿Quedarán las máquinas de café en el pasado? ¿Qué ocurrirá con los ascensores? ¿Cómo serán los controles de acceso?
La Salud. El objetivo principal de las oficinas es ahora garantizar la salud de los trabajadores, aumentar las medidas de higiene y desinfección. Sanidad aconseja la ventilación en las instalaciones de manera diaria y se recomienda reforzar las tareas de limpieza así como la colocación de carteles indicativos. La toma de temperatura en los controles de acceso quizá nos acompañe durante un tiempo ¿Y qué pasa con la salud emocional después del virus? (hablaremos de ello también)
Incorporación gradual. Muchas empresas han implantado de manera efectiva el teletrabajo y no hay necesidad de precipitar el regreso ante la amenaza de un nuevo brote. Además, es muy probable que a partir de ahora el teletrabajo conviva con la oficina y éstas no requieran alcanzar el 100% de su capacidad, minimizando así posibles contagios. ¿Cuáles son las ventajas del teletrabajo para empleados, pero también para las empresas? ¡Las hay! Para ello las organizaciones tienen que crear un modelo ágil que facilite el teletrabajo proporcionando los equipos técnicos necesarios, ofreciendo la formación oportuna al equipo y las herramientas con las que facilitar la comunicación entre el equipo.
Oficinas inteligentes. El objetivo es conseguir una implementación total de la tecnología para crear oficinas inteligentes cuyo objetivo, tras el paso de covid, es proporcionar el “contacto cero”: reconocimiento facial u ocular para el acceso, cámaras con las que medir la temperatura corporal… Oficinas más inteligentes y más seguras.
Nos acercamos por tanto a un modelo de trabajo mixto, que combina el trabajo en remoto con el presencial en la oficina. Una oficina inteligente y digitalizada, más segura pero también más próxima. Oficinas que aspiran a convertirse en puntos de encuentro donde facilitar la relación entre empleados pero también minimicen el contacto entre los mismo. Un nuevo modelo productivo más flexibles cuyo peaje va a ser el del aprendizaje y la adaptación ¿Estaremos preparados?
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